lunes, 28 de noviembre de 2011

CARTA DE DESPEDIDA A UN PRESIDENTE

            En la hora del adiós, señor Presidente del Gobierno, ha vuelto usted a retratarse. Ha indultado (el gobierno que usted preside) al banquero condenado por el Tribunal Supremo Alfredo Sáenz. Condena que, por cierto, redujo la que inicialmente le impuso la Audiencia Provincial de Barcelona.

            ¡Qué terrible ataque al poder judicial! Y qué afrenta a cientos de presos con penas de privación de libertad más o menos largas, más o menos cumplidas. Indultar a un condenado que no ha pisado la cárcel. ¿qué justifica este indulto? Acaso, ¿el delito por el que se le condenó ya no está tipificado? ¿Es usted consciente del mensaje que transmite a la ciudadanía? El mensaje es que es lícito acusar en falso, acusar de estafa a unos inocentes.

            ¿Dónde quedan la democracia y el estado de derecho que tanto mencionan en sus discursos? Una democracia reducida a la votación para elegir representantes cada cuatro años. Una representación política pervertida por la ley electoral que falsea el apoyo popular de las distintas candidaturas y que permite al poder ejecutivo controlar al poder legislativo. Un poder ejecutivo que además de nombrar a los miembros del órgano de gobierno del poder judicial y de los más altos tribunales se permite enmendarles la plana cuando le viene en gana. Es la muerte de Montesquieu que dijo cierto Vicepresidente del Gobierno.
           
            Es evidente, señor Presidente, la arbitrariedad en la concesión de este indulto. Y la arbitrariedad, señor presidente, es siempre injusta. Este indulto me trae a la memoria dos consideraciones. La primera, ciertos precedentes en la aplicación de dicha medida de gracia. El indulto de los Rodríguez Galindo, Vera y Barrionuevo condenados por secuestro y asesinato el primero y por secuestro y malversación de fondos públicos los segundos. La segunda, su relación, señor presidente, con la banca. Para empezar “el aguinaldo” a la banca de hace tres años (una reducción en el tipo de gravamen del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas a los miembros de la cúpulas de las entidades financieras desde el 43% hasta el 18% para rentas de capital procedentes de sus propias entidades) que graciosamente otorgó el gobierno que usted presidía. Rebaja fiscal, por cierto, manifiestamente ilegal al modificar mediante Real Decreto una ley.  Después, las numerosas reuniones con los representantes de la banca española, que según parece se han convertido en un gobierno en la sombra. Por supuesto, también el FROB. Más de 20.000 millones de euros hasta el momento, para cubrir “deficiencias de gestión” y sus consecuencias (pérdidas) de las distintas cajas y bancos españoles. Y para finalizar, el ya citado indulto.
            Señor Presidente del Gobierno, con este indulto al banquero Alfredo Sáenz se ha colocado un broche de oro a su gestión política, siempre al servicio del gran capital y oprimiendo a la clase obrera. Qué menos se podía esperar de un gobierno sostenido por el partido del que usted es Secretario General, el PSOE, el Partido Socialista Obrero Español.

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